
The Elder Scrolls IV: Oblivion Remastered: La Reseña de Una Nueva Cyrodiil
Disponible en
Categoria
Bethesda , PC , PlayStation , Review , Rol , RPG , The Elder Scrolls IV: Oblivion Remastered , Xbox
Fecha de Lanzamiento
Abril 22, 2025
Desarrollador / Fabricante
Virtuos
Publisher / Referencia
Bethesda Softworks
Ofertas
Nadie olvidará el impacto de The Elder Scrolls IV: Oblivion en 2006, un RPG que redefinió los mundos abiertos con su vasto Cyrodiil y libertad sin igual. Ahora, en 2025, Bethesda Game Studios y Virtuos traen Oblivion Remastered, lanzado el 22 de abril, con gráficos renovados en Unreal Engine 5, un botón de sprint, y todos los DLC en un paquete de 115 GB. Disponible en Game Pass, Xbox, PS5 y PC, este regreso promete nostalgia modernizada, pero arrastra problemas técnicos y mecánicas añejas. ¿Sigue siendo Cyrodiil un destino imperdible o un eco del pasado? Acompáñanos para explorar su renovación y decidir si merece tu aventura.
¿Qué es Oblivion Remastered?
Cuando The Elder Scrolls IV: Oblivion llegó en 2006, cambió el panorama de los RPG. Su mundo abierto, con la majestuosa Ciudad Imperial al centro de Cyrodiil, ofrecía paisajes de bosques frondosos, montañas nevadas y ruinas Ayleid iluminadas por cristales. Sus misiones, como la intriga política del Gremio de Ladrones o la épica lucha contra Mehrunes Dagon, daban una libertad sin precedentes, ganándole premios como Juego del Año. Sin embargo, los gráficos pixelados y mecánicas rígidas envejecieron, aunque una comunidad de modders mantuvo su legado vivo.
La remasterización de 2025, desarrollada por Bethesda y Virtuos, busca modernizar este clásico sin perder su alma. Usa Unreal Engine 5 para gráficos, pero conserva el Creation Engine para la jugabilidad, resultando en un paquete de 115 GB que incluye el juego base, Shivering Isles (con las surrealistas tierras de Sheogorath), Knights of the Nine (una cruzada divina), y DLC menores como Wizard’s Tower y el infame Horse Armor Pack. La edición Deluxe, por $60, añade misiones exclusivas para obtener equipo de Akatosh y Mehrunes Dagon, además de un libro de arte digital y la banda sonora, mientras la edición estándar cuesta $50.
Disponible en Xbox Series X/S, PS5, PC (con ray-tracing completo) y Game Pass, su inclusión en Game Pass y soporte Xbox Play Anywhere (progreso cruzado entre Xbox y PC) lo hacen accesible. Sin embargo, su ambición técnica viene con problemas que veremos más adelante.
Gráficos y Presentación: Un Cyrodiil Renacido
La renovación visual de Oblivion Remastered es un espectáculo. Unreal Engine 5 transforma Cyrodiil en un mundo vibrante: los bosques de Great Forest ahora tienen follaje denso que se mece con el viento, las aguas del río Niben reflejan el sol con realismo, y las ruinas Ayleid brillan con un misticismo etéreo gracias a Nanite, que permite detalles microscópicos en cada piedra tallada. Lumen, el sistema de iluminación dinámica, crea amaneceres dorados y noches lunares que dan vida a ciudades como Anvil, con sus muelles bañados en tonos anaranjados, o Skingrad, envuelta en niebla nocturna.
Los Planos de Oblivion son un punto culminante: sus torres de obsidiana y ríos de lava, inspirados en diseños orgánicos y grotescos, se sienten más infernales que nunca, con sombras dinámicas y reflejos que intensifican la atmósfera. Por ejemplo, cerrar un portal en Kvatch ahora es una experiencia visual sobrecogedora, con llamas danzando en un cielo tormentoso. Sin embargo, esta modernización tiene un costo. Algunos jugadores sienten que el estilo visual, aunque impresionante, adopta un look genérico de RPG en UE5, perdiendo parte de la dirección artística cruda del original, con sus colores saturados y efectos de bloom exagerados.
Los modelos de personajes son un caso curioso. Reconstruidos con texturas de piel mejoradas y efectos de subsuperficie, los NPCs como Lucien Lachance, con su mirada penetrante, o Jauffre, con arrugas más definidas, lucen más detallados, pero conservan la “fealdad encantadora” de 2006. Las animaciones faciales, aunque mejoradas, siguen siendo torpes, con expresiones exageradas que oscilan entre nostálgicas y desconcertantes—piensa en un mercader de Bruma gesticulando teatralmente. Esta decisión parece intencional, preservando el carácter único de los diálogos, pero puede alienar a quienes esperaban un realismo moderno. Problemas técnicos, como sombras granuladas con Lumen o texturas que cargan tarde en áreas como Cheydinhal, restan pulido a una presentación por lo demás sobresaliente.
Jugabilidad Renovada: Libertad Clásica, Toque Moderno en Oblivion Remastered
Oblivion Remastered refina la jugabilidad para atraer a nuevos jugadores sin alienar a los veteranos, logrando un equilibrio admirable, aunque no perfecto:
- Sprint: El botón de sprint (L3/Shift), que consume Fatiga, es una adición revolucionaria. Atravesar el campo desde Chorrol hasta Bravil ahora toma minutos, no horas, haciendo que explorar mazmorras como Vilverin, con sus trampas Ayleid, o eventos aleatorios, como un bandido emboscado en un puente, sea más dinámico. Sin embargo, gestionar la Fatiga en combate requiere estrategia, añadiendo profundidad táctica.
- Sistema de Niveles: Inspirado en Skyrim, todas las habilidades (Espada, Alquimia, Ilusión, etc.) contribuyen al nivel, y cada subida otorga 12 puntos de Virtudes (Fuerza, Inteligencia, etc.). Esto elimina la frustración de subir solo habilidades principales, permitiendo builds más flexibles, como un mago-ladrón. Sin embargo, la escalada de enemigos sigue siendo un problema: un lobo en nivel 20 puede sentirse tan letal como un Minotauro, rompiendo la sensación de progresión.
- Combate: Nuevas animaciones dan más peso a espadas y arcos, con cortes que sienten el impacto—golpear a un troll en Fort Ash ahora tiene una satisfacción visceral. La tercera persona, ahora más funcional, permite bloquear con influencias de juegos Souls, aunque carece de la fluidez de títulos modernos. El combate mágico, con hechizos como Bola de Fuego o Invisibilidad, brilla en los Planos de Oblivion, pero sigue siendo rígido comparado con RPG recientes.
- Persuasión: El minijuego de persuasión, un rompecabezas donde convences a NPCs con opciones como Admirar o Intimidar, permanece intacto, pero con colores que facilitan identificar reacciones. Convencer a un guardia de Kvatch para obtener información sobre un culto ahora es menos confuso, aunque la mecánica sigue siendo arcaica y puede sentirse como un trámite.
- Creador de Personajes: Renovado con más opciones de rostros, cuerpos y vello facial, permite crear desde un Orco barbudo con cicatrices hasta una Elfa de ojos penetrantes. Es un salto respecto al original, pero no rivaliza con la profundidad de personalización de Baldur’s Gate 3.
El doblaje mezcla las voces originales—como el inolvidable Patrick Stewart como Uriel Septim, cuya introducción en la prisión aún da escalofríos—con nuevas grabaciones para razas no humanas, como los Khajiit, que ahora suenan más distintivos con acentos felinos. Estas mejoras hacen que Oblivion sea más accesible para novatos, pero mecánicas como la escalada de enemigos y el combate rígido recuerdan sus raíces de hace 19 años, un contraste evidente al explorar una mazmorra como Sancre Tor.
Experiencia Técnica: Una Espada de Doble Filo
La interfaz renovada moderniza la experiencia: el diario de misiones organiza mejor tareas como “Fingers of the Mountain” de la Hermandad de Magos, el forzamiento de cerraduras tiene animaciones fluidas que hacen más inmersivo abrir cofres en Fort Farragut, y los diálogos muestran retratos mejorados de NPCs como Baurus. Sin embargo, el minijuego de persuasión, aunque visualmente actualizado, se siente desconectado de las conversaciones, como un vestigio de otra era que choca con la estética moderna.
El rendimiento es el talón de Aquiles. En Xbox Series X/S y PS5, el mundo abierto sufre tirones, con caídas de FPS de 60 a 30 en áreas concurridas como la Ciudad Imperial, donde los mercados bullen con NPCs. En PC, incluso con hardware potente, las fugas de memoria hacen que sesiones largas (más de 15 minutos) pierdan fluidez, especialmente al galopar por el West Weald. Los crasheos al cargar partidas son frecuentes, particularmente tras múltiples guardados en misiones largas como “Paradise” en Shivering Isles, obligando a reiniciar y rompiendo la inmersión.
En Steam Deck, el juego es jugable (20-40 FPS en configuraciones bajas con FSR3), pero no ideal, con texturas que cargan lentamente en exteriores como las colinas de Jerall. La falta de un modo New Game+ o incentivos para rejugar—como desafíos de dificultad, atuendos desbloqueables o un contador para speedrunners—limita la longevidad, dejando la experiencia dependiente de la exploración inicial. Estos problemas sugieren un lanzamiento apresurado, aunque parches futuros podrían mejorar la estabilidad.
Comparación con el Original y RPG Modernos
Frente al Oblivion original, la remasterización es un salto monumental. Los gráficos pixelados dan paso a un Cyrodiil vibrante, donde explorar la cueva de Crayfish o la arena de la Ciudad Imperial es un deleite visual. El sprint y el sistema de niveles hacen la progresión más fluida, y misiones como “Whodunit?” del Gremio Oscuro, un asesinato en una mansión cerrada, siguen siendo narrativamente brillantes. Sin embargo, conserva limitaciones: la escalada de enemigos frustra la progresión, y los diálogos, aunque entrañables, carecen del refinamiento narrativo de RPG modernos, con líneas que a veces suenan teatrales.
Comparado con Skyrim, Oblivion ofrece misiones más complejas y variadas: la intriga del Gremio de Ladrones, con su robo en la Torre Blanca y Dorada, supera a las mazmorras repetitivas de Draugr. Sin embargo, su combate es menos dinámico, sin la fluidez de los gritos de Dragón o el sistema de perks de Skyrim. Contra Baldur’s Gate 3, su interactividad palidece: donde Larian ofrece elecciones que cambian el mundo, Oblivion depende de su mundo abierto y eventos aleatorios, como guerras de goblins en una cueva olvidada, para cautivar. Frente a Avowed, su combate parece estático, pero la exploración de Cyrodiil, con sorpresas como una cueva oculta tras una cascada en el río Panther, sigue siendo única.
Para veteranos, es un regreso nostálgico que moderniza lo justo, evocando recuerdos de enfrentarse a Mannimarco o salvar Bruma. Para nuevos jugadores, es un clásico que aún atrapa por su libertad y personajes memorables, como el irritante pero icónico Adoring Fan. Como remaster, no remake, revitaliza sin reinventar, mostrando tanto su genialidad como sus límites en un mercado dominado por RPG más pulidos.
Veredicto
The Elder Scrolls IV: Oblivion Remastered es un puente entre el pasado y el presente, un testimonio del poder duradero de Cyrodiil. Unreal Engine 5 convierte cada rincón—desde los muelles de Leyawiin hasta las cumbres nevadas de Dive Rock—en un espectáculo visual, con iluminación que hace que cada amanecer sea inolvidable. El sprint, el sistema de niveles refinado y el creador de personajes modernizan la experiencia, haciendo que explorar mazmorras como Fort Nikel o completar misiones como “The Killing Field” sea más accesible. Game Pass y todos los DLC, desde la locura de Shivering Isles hasta el ridículo Horse Armor, ofrecen un valor inmenso, mientras que la narrativa—con conspiraciones, dioses y traiciones—sigue siendo una joya.
Sin embargo, no está exento de fallos. Los problemas de rendimiento, con tirones en áreas como el Waterfront y crasheos al cargar partidas en misiones como “Light the Dragonfires”, rompen la inmersión. Mecánicas como la escalada de enemigos y el combate rígido muestran la edad del diseño, un contraste evidente al enfrentarte a un bandido que parece tan duro como un Daedra. Como remaster, no remake, no alcanza la innovación de Baldur’s Gate 3 o la fluidez de Avowed, pero su mundo y personajes trascienden estas limitaciones, ofreciendo una libertad que pocos juegos modernos igualan.
¿Vale la pena? Para fans de Elder Scrolls, es un regreso emotivo a un Cyrodiil revitalizado, con misiones y personajes que aún resuenan. Para nuevos jugadores en Game Pass, es una puerta a un clásico que, a pesar de sus imperfecciones, sigue cautivando con su magia. Mientras esperamos The Elder Scrolls VI, Oblivion Remastered es un viaje nostálgico y accesible, pero sus problemas técnicos y raíces añejas evitan que sea una revolución. Si buscas un mundo vivo donde cada cueva, ciudad y NPC tiene una historia, Cyrodiil te espera—solo lleva paciencia para sus tropiezos.

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Pros
- Renovación visual espectacular: Unreal Engine 5 transforma Cyrodiil en un mundo vibrante con follaje denso, iluminación dinámica de Lumen y ruinas Ayleid etéreas, haciendo que explorar desde Anvil hasta los Planos de Oblivion sea un deleite visual.
- Accesibilidad modernizada: El botón de sprint, un sistema de niveles inspirado en Skyrim y un creador de personajes mejorado hacen que la jugabilidad sea más fluida y atractiva, especialmente para nuevos jugadores.
- Paquete completo con DLCs: Incluye Shivering Isles, Knights of the Nine y DLCs menores como Horse Armor, ofreciendo un valor inmenso, especialmente en Game Pass, con misiones variadas que van desde cruzadas divinas hasta caos surrealista.
- Narrativa y libertad atemporales: Las misiones complejas del Gremio de Ladrones, el Gremio Oscuro y la lucha contra Mehrunes Dagon, junto con un mundo lleno de eventos aleatorios, mantienen la magia de la exploración y la elección del original.
- Soporte multiplataforma: Disponible en Xbox, PS5, PC y Game Pass, con Xbox Play Anywhere para progreso cruzado, asegura una experiencia accesible, con un doblaje que mezcla voces icónicas como Patrick Stewart con mejoras para razas no humanas.
Cons
- Problemas técnicos persistentes: Caídas de FPS en áreas concurridas, crasheos al cargar partidas y fugas de memoria en sesiones largas rompen la inmersión, evidenciando un lanzamiento apresurado que necesita parches.
- Mecánicas añejas: La escalada de enemigos, que hace que lobos sean tan letales como Minotauros, y un combate rígido comparado con RPG modernos como Baldur’s Gate 3 o Avowed muestran la edad del diseño original.