Onimusha 2: Samurai’s Destiny – Reseña

Capcom vuelve a sorprender a los fanáticos de los juegos clásicos con la remasterización de Onimusha 2: Samurai’s Destiny, uno de los capítulos más emblemáticos, oscuros y recordados de esta saga de acción y aventura ambientada en el Japón feudal. Esta versión restaurada no solo trae de regreso la atmósfera oscura y sobrenatural que definió la original, sino que también ofrece mejoras visuales y ajustes que buscan mejorar la experiencia, aunque sin perder el encanto y algunas particularidades que lo hacen un título tan especial. Y así atraer nuevos jugadores a la saga. El juego esta con subtítulos al español y cuenta con voces en inglés y japones. 

Un Japón Feudal Oscuro 

Desde el primer momento, Onimusha 2 sumerge al jugador en un Japón medieval con aldeas destruidas y arrasadas, plagadas de demonios y conspiraciones. Jugamos como Jubei Yagyu, un samurái honorable y decidido a vengar la destrucción de su aldea, enfrentándose a las fuerzas demoníacas lideradas por Oda Nobunaga, un villano que mezcla historia y mitología en una narrativa que combina elementos históricos con lo sobrenatural. La ambientación es uno de los puntos más fuertes del juego; cada escenario refleja con precisión y estilo la arquitectura y el folclore japonés, con castillos, templos y aldeas que parecen sacados directamente de una pintura tradicional, pero con un tinte oscuro que aporta un aire de misterio y peligro constante. 

Mecánicas de combate 

El combate, pieza clave del juego, ha sido uno de los aspectos más cuidadosos en esta remasterización. Aunque conserva la esencia del original, con su enfoque en la acción cuerpo a cuerpo y el uso de diferentes tipos de armas, se siente mucho más fluido gracias a la eliminación del sistema de control “tanque” (es el ataque basado dependiendo la posición) que caracterizaba al título original. La variedad de armas es notable: cuatro tipos de armas cuerpo a cuerpo que van desde las rápidas y ligeras hasta las pesadas y devastadoras, además de opciones a distancia, lo que permite que cada encuentro se sienta diferente y adaptado al enemigo que enfrentas. Sin olvidar las características especiales de cada arma y los combos que iremos encontrando a lo largo del juego en pergaminos. 

Los enemigos son variados tanto en apariencia como en comportamiento, con patrones de ataque que obligan al jugador a aprender cuándo bloquear o contraatacar o esquivar, en lugar de simplemente atacar sin cesar. La mecánica de absorción de almas, que permite recuperar salud, magia y potenciar armas y armaduras, añade un toque estratégico que se complementa con la posibilidad de transformarte temporalmente en un Onimusha, ganando invencibilidad y mayor poder ofensivo, ideal para momentos críticos y jefes difíciles, la cual podemos activarla de manera manual al tener 5 orbes, en el clásico lo hacía de manera automática. 

Sin embargo, la dificultad no es siempre equilibrada. En los niveles más bajos, es posible avanzar con ataques repetitivos, pero los jefes presentan un desafío mucho mayor y nos pone a prueba la destreza y la comprensión del sistema de combate. Esta disparidad puede frustrar, especialmente en el modo Hell Mode, una novedad en esta remasterización que penaliza con muerte instantánea cualquier golpe recibido, un modo reservado para jugadores que buscan el reto máximo samurái. Tenemos muy pocos combos nuevos con Jubei, se pudo aprovechar mucho más este aspecto al momento del combate. 

Personajes y sistema de afinidad 

Durante nuestro camino, Jubei no estará solo. El juego nos ofrece un sistema de afinidad con cuatro personajes secundarios: Oyu, Ekei, Kotaru y Magoichi. Cada uno ofrece apoyo en momentos específicos y, lo más interesante, caminos narrativos alternativos basados en la relación que establezcamos, lo cual se hara por medio de regalos. Este sistema de amistad añade variedad y rejugabilidad a un juego que se beneficia enormemente de estos elementos para extender su vida útil y no solamente en el combate. 

Las interacciones con estos personajes son entrañables, que puede sentirse fuera de lugar o poco natural, especialmente en personajes mayores, lo que refleja un problema clásico de localización de aquella época. 

El remaster que honra su legado 

En términos visuales, la remasterización de Onimusha 2: Samurai’s Destiny 2 es un ejemplo de cómo debería hacerse este tipo de trabajos. Los fondos prerrenderizados, que en otras versiones suelen verse borrosos o desactualizados, aquí lucen mucho más nítidos y detallados, respetando el arte original sin sacrificar calidad ni claridad. Los modelos de personajes y las secuencias cinemáticas han recibido un cuidado especial, con mejoras que les otorgan una apariencia más pulida y moderna, sin perder ese estilo único que los distingue. 

Sin embargo, el cambio que quizás muchos esperaban era el modo de cambio de escenarios o pantallas, esas cámaras fijas que se mantienen y que son un problema al momento de los combates siguen ahi presentes. 

Pero uno de los mayores tesoros es el apartado sonoro que es igualmente memorable. La música captura a la perfección la tensión y la emoción de cada momento, mientras que los efectos de sonido enriquecen las batallas y la exploración. 

Clásico pero exigente 

Los puzzles pueden ser un reto inesperado. La falta de pistas o tutoriales hace que algunos acertijos, especialmente uno basado en sumas numéricas(sudoku), resulten crípticos para los jugadores modernos. Esto puede frustrar a quienes prefieren una guía más clara, aunque los veteranos del género seguramente lo verán como un atractivo desafío que incentiva el pensamiento y la exploración. 

Onimusha en su Maxima expresion 

Onimusha 2: Samurai’s Destiny es una prueba palpable de que los grandes juegos no envejecen, sino que pueden adaptarse para seguir encantando a nuevas generaciones. Esta remasterización destaca por su fidelidad al original, su mejora gráfica notable, y la riqueza de su combate y ambientación. La dificultad desigual y puzzles desafiantes sin guía, estos no logran opacar la calidad y el impacto emocional del juego. 

Para los fanáticos del hack-and-slash y la cultura japonesa, Onimusha 2 sigue siendo una aventura imprescindible. La combinación de historia, acción y elementos sobrenaturales, todo envuelto en un paquete visual moderno pero respetuoso con sus raíces, hacen de esta remasterización un lanzamiento sobresaliente que celebra una era dorada del gaming mientras ofrece entretenimiento relevante y desafiante para hoy. 

Esta remasterización no solo conserva el alma de un clásico del PlayStation 2, sino que la adapta para que una nueva generación pueda acercarse a uno de los grandes exponentes del hack-and-slash japonés. Aunque el camino no esté exento de obstáculos, el viaje por el Japón feudal de Onimusha 2 aún conserva la magia y el desafío que lo hicieron memorable.